28 diciembre 2010

Las Islas Malvinas, Argentina (The Wolfe Tones - Admiral William Brown)

Padre nuestro de las cunetas - Sergi Dantí







PADRE NUESTRO DE LAS CUNETAS
Han pasado 70 años y aun no se pueden rescatar los cuerpos de los fusilados del franquismo.

Siempre con la bendición de algún sacerdote, marcharon decenas de miles de españoles hacia el paredón de fusilamiento. Tras 70 años, la derecha española aún sigue intentando impedir que sus nietos recuperen sus huesos, abriendo las fosas comunes que sembraron por toda España.

Tras unas palabras previas, Sergio Dantí canta esta canción.



PADRE NUESTRO DE LAS CUNETAS
---------------------------------------------------- Sergio Dantí
Padre nuestro, que estás en las cunetas
De los campos de España, desde hace tiempo ya
Padre nuestro, abuelo tan querido
Pagaste con tu vida luchar por la Igualdad

Padre muerto, que estás aquí en los suelos
En mil fosas comunes cubierto en tierra y cal
Aún sin vida les dabas tanto miedo
Pensaban olvidarte queriéndote ocultar

Padre nuestro te has transformado en pastos
En árboles y flores del campo en libertad
Tus sustancias se han vuelto cosas vivas
Son polen de las flores en el aire a flotar

Padre Madre, hoy inundas el aire
Te sienten los pulmones de España al respirar
Cuando el sol de las nuevas primaveras
Aún tímidamente, nos viene a visitar

Fueron a casa a buscarte, padre nuestro que siniestro tu secuestro
Te dejaron padre muerto, con el corazón abierto (yerto)
Al pie de un muro, frío, duro, en cualquier huerto
Quebrada en comunes fosas, tu presencia poderosa
Ni una rosa ni una losa con tu nombre en el lugar
Tu memoria peligrosa aun querrían ocultar

Tu eras nuestro, eras el padre maestro
Creías en la ciencia, la vida, la hermandad
Te mataron a tiro y bayoneta
Padre nuestro en las cunetas, padre muerto en el Fossar

Aquí estamos los hijos de tus hijos
Los nombres que tus labios temblaron al final
Reclamando tus losas y tus rosas
Y que tus asesinos sufran su indignidad

Padre vuestro, ha pasado tanto tiempo,
Y aquellos microcéfalos soldados del dolor
Son tan cobardes que tienen miedo a los muertos
Pero por fin tus huesos, verán la luz del sol

Y podremos decirte: no fue en vano
El mundo que tenemos, gracias a ti es mejor.
Padre nuestro que estás en las cunetas
Quizás te asesinaron en el nombre del Señor

12 diciembre 2010

Lugares sin tiempo... Babia - Un país encantado

REPORTAJE: LUGARES SIN TIEMPO BABIA


Un país encantado

JUAN CRUZ 14/08/2005


La región leonesa de Babia, con sus mil habitantes y 24 pueblos, fue durante años la capital mundial de la trashumancia. Esta zona, recia, silenciosa, ondulada, amable y bellísima, languidece en los recuerdos de épocas más prósperas. Ahora es la Babia del turismo, de los trucheros que se acercan desde Asturias y del coto de caza, "uno de los mejores de León..."




Te vas de Babia con la sensación de haber estado en un país encantado, en el que los habitantes que quedan -mil, en 24 pueblos- saben que ellos pueden ser los penúltimos en pisar, oler y vivir una de las regiones más bellas de España.


Parajes de La Cueta, en Babia- CRISTÓBAL MANUEL



BABIA. Cuando entramos en este lugar de colinas sinuosas o escarpadas hacía un sol inclemente que aún no había podido dominar los restos de las nieves tremendas del invierno, y cuando nos íbamos a ir y bebíamos vino y comíamos chorizo en su último pueblo, La Cueta, cerca de la frontera con Asturias, una tormenta de truenos, relámpagos y granizo parecía reproducir los efectos especiales del invierno. Estábamos con Julio Llamazares, escritor leonés que tanto ha escrito de Babia -como Luis Mateo Díez, el autor de Relato de Babia, o como Guzmán Álvarez, que fue catedrático en Utrecht y escribió Estampas de Babia y El habla de Babia y Laciana: murió hace un año-, y él nos ayudó a imaginar que ese estruendo no es el fin del mundo, sino que forma parte habitual del paisaje alucinante que nos rodea.



Aquí, en La Cueta, donde la nieve puede alcanzar dos metros de altura, y donde este mismo año estuvieron incomunicados sus escasos habitantes -una de las heroínas solitarias de las que Mateo habla en su libro ha muerto hace poco-, hay un bar donde los montañeros discuten sobre las incidencias de su escarpadísima excursión; los escuchan unos ancianos con la mirada perdida, en silencio, el presente y el pasado mirándose sin decir palabra.



Poco antes hemos pasado por el puente desde el que en la Guerra Civil arrojaban a los rojos vivos, y en un repecho de la carretera que nos lleva a Somiedo, donde Babia pierde su nombre para ser ya Asturias, hemos visto los restos de las excavaciones que se hicieron para hallar las fosas comunes donde han reposado en un silencio ignominioso los republicanos asesinados aquí.



A un lado y a otro de esos paisajes que recuerdan lo peor de la historia, dos casas en ruinas parecen ofrecer con su fantasmagoría desolada una síntesis de aquel desastre. Sin embargo, cuando nos íbamos, por San Emiliano, una puesta de sol parecía una música para ponerse en pie. Ante las colinas que nos rodean -la peña Ubiña, una metáfora de Babia-, el recuerdo de las batallas de la Guerra Civil que aquí tuvieron lugar alcanza su nivel más escalofriante.



VACAS. Es una región de silencio interrumpido a veces por esos truenos y por el paso lento, majestuoso, casi simbólico de las vacas. Vacas, ovejas, cabras... Arriba, en las colinas de La Cueta, unas cabras pastan guardando un equilibrio que desde aquí parece insólito. Por la carretera, a veces sinuosa, a veces excesiva, las vacas imponen su ritmo de regreso melancólico a las cuadras donde aún quedan quienes las ordeñen.



Una región recia, silenciosa, ondulada, amable, bellísima. Con las puertas abiertas. Estuvimos buscando a uno de los pocos vaqueros jóvenes de la zona, y hallamos su casa, en La Riera; él, José Manuel Reguero, 37 años, no estaba, estaba a la yerba, recolectando hierba para el invierno ("julio es el mes de la yerba"), pero estaba su madre, Carmina Suárez, maestra, de unos 70 años; nos habló primero desde el ventanillo de su casa grande y aireada, y luego nos subió a su cocina, donde hizo lentamente café de puchero; pero nos ofreció de todo. Antes había cocinado, para su hijo, para su marido, berzas, verdura con patatas, carne de ternera, y también les había dado fruta... Se sentó a un lado de la mesa y nos contó parte de su historia; como maestra en Huergas y antes aquí mismo, llegó a tener 32 niños en clase; ahora hay un niño, o dos, o sus nietos... Oyéndola hablar pensamos en el tiempo: cómo se detiene en estos lugares, cómo debe ser, sin embargo, para los que los habitan, lento, implacable, repetido, misterioso...



A Carmina le gustaba dar escuela a los que empezaban. Sus dos nietos son de este hijo suyo que se ha quedado en el pueblo a cuidar una ganadería que subsistirá porque él la cuida.

TIEMPO. Unos pasos antes, en Riolago, estuvimos con César, un vaquero que está a punto de jubilarse, que tiene a su cargo 60 vacas. ¿Y después, qué va a pasar con las vacas? Él se encoge de hombros, como si estuviera marcando su sentido del tiempo. Su mujer, Victoria, nos hablaba desde el ventanillo y él salió del salón donde veía a Armstrong ganando de nuevo la batalla del ciclismo... Él se retirará, claro que sí; desgranó los problemas que hoy enfrentan los vaqueros: los precios de leche son los de hace veinte años... Nos lo dijeron también así en Villafeliz... Quién querrá seguir una vida tan sacrificada. Nos dice César que todo se diezma: hay menos médicos, menos boticarios, y en concreto había dos curas en la comarca, y uno de ellos acaba de casarse...



En cada uno de los sitios a los que fuimos nos dio la sensación de entrar en una casa cuya sala de estar encontráramos casualmente abierta y nosotros nos hubiéramos inmiscuido sin permiso.





LLEGAR. Tiene cuatro entradas Babia, y en las cuatro hay una ermita. Nosotros entramos por el río Luna, y dejamos a la derecha la ermita de Pruneda; es una manera metafórica de entrar en este territorio, pues en seguida adviertes que éste es un lugar encantado en el que el paisaje tiene su propia vida, habla por sí mismo; se quedará despoblada Babia, y ese curso está haciendo, pero el paisaje siempre dirá su lenguaje y dirá su historia. Allá arriba, en la Babia alta, ese paisaje hablará de los mineros, y aquí abajo está la Babia ganadera... Las dos fueron ricas, y de las dos persiste esa memoria en los caserones de piedra.



Llamazares nos habló de lo que supone para los babianos el tópico que los une al despiste. "Estar en Babia es tener la mente en un sitio y el cuerpo en otro". El tópico tiene una base real: los reyes de León venían aquí -a este montículo que vemos ahora, en Mena- a solazarse, a comer, a beber y a descansar, como nos dice en Villafeliz alguien que hace lo propio... De eso viene la expresión "estar en Babia"... Todo el mundo ahora la dice como una gracia; los babianos le encuentran poca, excepto cuando ellos mismos se burlan...





TIERRA DE PASTORES. Durante años, ésta fue la capital mundial de la trashumancia... Desde Extremadura iban y venían las ovejas, decenas de miles de ovejas; ahora vienen en camiones o en trenes, y aquí son cuidadas por pastores marroquíes o en todo caso extranjeros que han sustituido hasta las vísperas de la extinción del pastoreo a aquellos babianos que forman parte del cancionero: "Ya se van los pastores a la Extremadura. / Ya se queda la sierra triste y oscura... / Ya se van los pastores, ya se van marchando, / más de cuatro babianas quedan llorando...". Nosotros fuimos en busca de José Álvarez, uno de los grandes de la trashumancia actual; estaba precisamente en Extremadura, y su hermano Leoncio, que se ha jubilado de la banca, en Santander, está aquí, en Torre, ensillando su caballo para llevar la comida a los pastores que allá arriba cuidan las ovejas...



Él es consciente de que poco a poco este cultivo va a dejar de existir también, Babia se quedará sola... Su hijo se ha ido con él, a Santander, y así ocurre con muchas de las casas y caseríos que se nos van quedando atrás...



Leoncio es consciente de que eso está pasando, y mientras mira con melancolía el prado que parece su infancia, está cayendo sobre él y sobre nosotros una tormenta de granizo que es preludio de aquella tormenta de fuegos artificiales, escalofriantes, cercanos, que acabaría estallando en La Cueta... Al fin escampa y Leoncio termina de ensillar su caballo Tomillo, y sube con la comida para los pastores marroquíes...





PASADO. En ese pasado que él contempla está la razón de la prosperidad -pasada, pero aún tangible- de Babia... Muchas de las mantequerías -recuerden: Lorenzana, Mantequerías Leonesas...-, floristerías, perfumerías..., de este país venían de Babia, que pudo ser la Cantabria de León... Aparte de la tormenta que hoy padecemos, y aunque sea verano cuando recorremos Babia, es obvio que la sequía de la que se habla tiene aquí también su asiento, y ahí ves la antigua capital mundial de la trashumancia con un paisaje que en algunos recodos recuerda los terrales de Fuerteventura...



Esa prosperidad económica que hubo una vez y de la que quedan tantos símbolos se refleja en las orlas: muchos catedráticos, médicos, e incluso obispos, provienen de pueblos de Babia, y ahora mismo en varias audiencias -León, Valencia- dictan sentencia babianos ilustres hijos de ilustres ganaderos babianos... Ahora hemos visto algunos jóvenes que ya han hecho su viaje, o están a punto de hacerlo, en medio de un paisaje que conjuga con rabia el futuro. En toda la región hay una sola industria: una fábrica de embutidos que lleva adosado un bar que esta tarde está regentando el hijo de la familia...





GUERRA. Esta mujer que ahora nos abre la puerta se llama Josefina García Flores, tiene 92 años; vivió en México desde la Guerra Civil; mataron aquí, en el propio pajar, a un hermano republicano, y le avisaron a ella y a otros parientes que mejor se iban. Se encontró con su padre, en el frente de Asturias, y juntos siguieron caminando hasta Francia, y de ahí a México... El padre murió en 1943, y ella volvió aquí, para estar con su madre, en 1959... Ahora vive, estos veranos, en la casa que fue de sus abuelos y que ella ha restaurado en Truébano, veinte habitantes ahora, diez en invierno, "¡aquí no hay ni niños!"... Es un caserón de finales del siglo XVII en cuyo saloncito nos habla de su exilio y de la guerra, del miedo que pasó, de la nostalgia del paisaje, del regreso... Recuerda cuando le dijeron a su padre que empezaba la República: "Estaba en la cama, y le fueron gritando: 'don Mariano, don Mariano, que se proclamó la República!". Cuando volvió aquí, tantos años después, "la casa estaba triste"... Su padre puso la luz en Babia, ahí está aún el molino que atestigua aquel avance. "Y la guerra nos lo cambió todo".



En Villafeliz bromean con el nombre de este pueblo, "el de la dos mentiras, que ni es villa ni es feliz..."; estamos en Casa Luis, y allí nos sirve café Iván, un chico que trabaja en el Corté Inglés de León, y que está aquí porque está emparentando con el dueño... El bar vive de los escasos parroquianos y del turismo, de los trucheros asturianos ("hay más truchas que piedras en el río"), y del coto de caza, "uno de los mejores de León"... El año pasado vino a comer el presidente Zapatero, "¡y dijo que nos iba a poner cobertura en los móviles, y desde aquí se sigue sin poder hablar!"... El bar lo lleva Enrique Álvarez, y su padre, Luis, es el que nos habla del origen: "Vinimos de Villablino, y aquí fuimos haciendo, el ganado, las fincas... Hay que arrimarse al terruño, pero eso es muy duro. ¡Aunque aquí hambre no se conoce!".

EL PARAÍSO. Enrique ha estado recogiendo la yerba; cuando su tía dice que aquí se vive bien, "un paraíso", él le dice que espere un poco. "Aquí el trabajo no es rentable. ¿Cómo va a serlo? ¿Usted sabe lo que vale la leche? ¿Usted sabe las pegas que nos ponen en los laboratorios?". Un señor de Ponferrada, Germán Cosmen de Lama, viene aquí desde hace treinta años, y se muestra encantado de haberlo hecho primero con los hijos y ahora con los nietos..., y señala como un trofeo que mientras en Ponferrada se asan de calor a esa hora, él tiene que ponerse una mantita para dormir... Y Enrique insiste: "Tal como están las cosas, aquí ya no pueden vivir matrimonios jóvenes, se tienen que ir"... Pero él nunca tuvo la tentación de irse de Babia... Y su hijo Ángel, que estudia electromecánica en León, cree que quiere seguir en Babia. ¿Por qué? "Babia es Babia".



En Villacesino, cuando comemos el chorizo y la cecina, y el mediodía parece quemar, Ana Isabel nos sirve judías con pimentón y señala al cielo. Ella sabe que viene la tormenta. Un viajante de farmacia (Ramón Lamadrid, viene de León) tiene sobre la mesa, abierta, una revista que alerta contra el estrés, y él advierte que ese puede no ser el caso de la gente de Babia (Ana Isabel: "Yo sí, yo estoy muy estresada", y se ríe), pero no descarta que el tiempo, las dificultades, esta lejanía que a otros parece un paraíso, cause un número alto de depresiones. Las calles del almuerzo están vacías, y las mujeres que entran en el bar alertan contra el futuro: "No hablen mucho de esto. ¡Si la gente se entera de que éste es el paraíso es probable que lo llenen!".



Ana Isabel escucha resignada: ella sabe que el porvenir de su negocio -y el de Babia- es que se sepa que está aquí, accesible y hermosa, y tan lejana como el paraíso con que se la compara. Ahora sobre todo vienen asturianos, "a secarse los huesos, que tienen los huesos muy húmedos".



Este invierno hubo en Babia temperaturas de hasta 35 grados bajo cero. Cuando escuchas hablar del paraíso tiritan los babianos conscientes de la terrible experiencia de vivir en una tierra cuya hermosura también se despuebla. La gente es dura, dicen, mucho más que la calefacción.



En San Félix de Arce tomamos café en un bar largo como un garaje, al lado de la industria de embutidos. Manuel Martínez Castro está en la barra, tiene 21 años; no se piensa ir. Con él charla Ángel Robla, que viajó por medio mundo, y que halla que aquí se está como en ninguna parte. "Me di cuenta de lo que era Babia cuando estuve fuera. ¡Y es que Babia es Babia!".



En una de las columnas que sostienen el bar, una convocatoria para el campeonato de bolos. Los premios: un cordero más 100 euros; un cabrito más 80 euros; un jamón más tres botellas de rioja...



Doña Carmina nos dijo que el invierno es el tiempo más cruel de Babia; ella lo conoció en tiempos peores, cuando el invierno además era el miedo de la guerra. Nos señaló a los montes desde los que venían "aquellos hombres que se sintieron perseguidos" y que venían a comer de noche... Tiroteos y silencio. Muerte. Los montes que ahora señalan están marcados por la sombra de una tormenta que deja luego despejado el cielo más estrellado del mundo.





UN PAÍS ENCANTADO. Un lugar que se despuebla como si el paraíso quemara. Al irnos, Llamazares nos dijo: "Este sitio me inspira paz, lentitud... Y melancolía... Sus habitantes han vivido la grandeza y ahora ven la realidad babiana... Ellos mismos se han hecho trashumantes". Delante de nosotros, en la carretera, las vacas impertérritas marcan el paso. Detrás de ellas, la tormenta, una soledad iluminada por los relámpagos.

06 noviembre 2010

Mogote

La casita de los reyes magos

¿Dónde nos hemos escondido para no salir en la foto?

Amanece en tus ojos

Faltas tú

abril para tus sueños

Qué bonita es la primavera, y el invierno qué fesquito

Tienes el corazón duro, como de piedra

Amanece, que no es poco

Corre por mi tierra

Binomio Natural

Jesús cómo me mojo

01 octubre 2010

El perro es el mismo, el collar... será el mismo

¡¡¡Que salven el alma a su PUTA MADRE!!!

CONTRA LA TONTUNA LINGÜÍSTICA , UN POCO DE GRAMÁTICA BIEN EXPLICADA.

Yo no soy víctima de la LOGSE. Tengo 48 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política. En párvulos (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de "araña", la E de "elefante", la I de"iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".



Luego, cuando eras un poco más mayor, llegaba "El Parvulito", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en el Parvulito, no había que colorear ninguna página,que para eso teníamos cuadernos. En EGB estudiábamos Lengua Española, Matemáticas (las llamábamos"tracas" o "matracas") Ciencias Naturales, Ciencias Sociales, Plástica (dibujo y trabajos manuales), Religión y Educación Física. En 8º de EGB, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te suspendían.



En BUP, aunque yo era de Ciencias, estudié Historia de España (en 1º),Latín y Literatura (en 2º) y Filosofía (en 3º y en COU). Todavía me acuerdo de las declinaciones (la 1ª.: rosa, rosa, rosa, rosae, rosae,rosa en el singular; -ae, -ae, -as, -arum, -is, -is, en el plural; la segunda;-us, -e, -um, -i, -o, -o, en el singular; -i, -i -os, -orum,-is, -is, en el plural; no sigo que os aburro), de los verbos (poto,potas, potare, potavi, potatum, el verbo beber), de algunas traducciones ("lupus et agni in fluvi ripa aqua potaban; superior eratlupus longeque agni": el lobo y el cordero bebían agua en el río; el lobo estaba arriba, lejos del cordero; "mihi amiticia cum dominoerat": yo era amigo del señor).



Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda...Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura. Aprendí que se dice "Presidente" y no Presidenta, aunque sea una mujer la que desempeñe el cargo.



Y... vamos con la Gramática.En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante";el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir,"existente". ¿Cuál es el del verbo ser? Es "el ente", que significa"el que tiene entidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "-nte".Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realizala acción.De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice"estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no "pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", o "residenta".



Y ahora, la pregunta del millón: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua? Creo que por las dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hace más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).



No me gustan las cadenas de correos electrónicos (suelo eliminarlas) pero, por una vez, os propongo que paséis estas reflexiones a modo de mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales). Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto...



Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto,el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto,el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el violinisto, el taxidermisto, eltelefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto,el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y,sobre todo, ¡el machisto! SI ESTE ASUNTO NO TE "DA IGUAL", PÁSALO POR AHÍ, A VER SI LE TERMINA LLEGANDO A LA FENÓMENA MINISTRA DE "IGUAL-DA".

05 septiembre 2010

Johnny Cash

Un besito, mi amor

El cazador cazado

El declive de los Super Héroes

Rostro de mujer árabe (La belleza, te la imaginas)

Leyendo el Corán

Hermosa noche de verano en la mezquita

Cuidadín !!!

El sueño del mono

Con constancia todo es posible

Días de tormenta en London

El oso jugueteando con el salmón

Voy caminando por la vida...

Marcialidad Pakistaní

El Imperio nos ataca. ¡No comas esa basura!