"Todos acabamos siendo huérfanos del niño que fuimos"
~ Luis Mateo Diez
~ Luis Mateo Diez
Hoy, uno de mis columnistas preferidos en El País, el historiador y profesor Julián Casanova, ha escrito lo siguiente con motivo del 70 aniversario del final de la guerra:
La victoria de Franco fue también una victoria de Hitler y de Mussolini. Y la derrota de la República fue asimismo una derrota para las democracias. El descubrimiento de esa historia de vencedores y vencidos, de víctimas y verdugos, ha suscitado un agrio debate en la sociedad española en los últimos años. Pese a las miles de páginas escritas por historiadores, que no dejan duda alguna sobre la existencia y definición de esos crímenes políticos, algunos de los mitos fundacionales de la dictadura tienen todavía común aceptación en las opiniones y recuerdos de un amplio sector de la población. En ese conflicto entre diferentes memorias, el proyecto de cambio político y social de la República quedó sepultado en la gran tumba que el franquismo cavó desde abril de 1939.
Acabo de ver La escuela fusilada, un documental de Iñaki Pinedo y Daniel Álvarez que subraya precisamente lo que ha comentado Casanova en la cita de arriba -- la pérdida total de las reformas educativas establecidas durante la II República, y la de la gente que las hizo posibles. El filme cuenta con los testimonios de maestros republicanos y de sus familiares, quienes narran con emoción las depuraciones sufridas por madres, padres y colegas cuyo único "delito," en muchos casos, era impartir clase como siempre. Mezclados con los testimonios son imágenes en blanco y negro de aulas republicanas, viejas fotos familiares y, en una entrevista especialmente conmovedora, un crucifijo con una historia que trasciende lo estrictamente religioso. También podemos apreciar y leer algunos de los documentos sacados de los archivos como cuestionarios diseñados por el régimen para denunciar a maestros e informes con datos personales que determinaron si el maestro debía continuar dando clase o no. Entre las entrevistas se destaca a otros profesores, como Josefina Aldecoa (Historia de una maestra), Vicenç Navarro (Universitat Pompeu Fabra, Johns Hopkins University) y Francisco Morente Valero (UAB).
Morente Valero habla de unas cifras que me sorprendieron: unos 15.000 maestros "sancionados" (más o menos 25% de los maestros nacionales), y unos 6.000 "separados definitivamente de la enseñanza." Por supuesto, hay también los que perdieron la vida, como ocurrió con la madre de una de las mujeres entrevistadas en el documental. La web de la producción ha hecho disponibles varios documentos para descargar, como el cartel, fotografías del rodaje y de las escuelas republicanas, y otros PDF's interesantes. La escuela fusilada es un documental intenso para ver y bien dirigido -- con una falta total de voz en off o intervención explícita de los directores, los testimonios de supervivientes y las explicaciones de profesores como Aldecoa, Navarro y Morente, se complementan y se confirman, revelando la conexión entre memoria e historia, y entre lo individual y lo colectivo. La película ya ha ganado varios premios y recientemente se ha estrenado en Berlín como parte de un ciclo de cine.
Últimamente en España parece que se está hablando más y más de la importancia de la pedagogía de la memoria, sin la cual no puede haber nunca una "reconciliación" con la memoria de la GCE y el franquismo. Varios profesores han apuntado que no se enseña la historia de la GCE hasta fines del año escolar, así evitando la necesidad de ahondar en esta época de la historia, y dejando una laguna en el conocimiento de los jóvenes. Parte de tal pedagogía, sin duda, es mejorar los libros de texto de hoy -- actualizar y revisar la información, y hacer de la historia un proyecto vivo en el que se puede participar activamente. También involucra investigar los libros de texto franquistas y entender lo que se les enseñaba a los niños durante la dictadura. Por ejemplo, me abrió los ojos leer el Catecismo patriótico español o los tebeos de Flechas y Pelayos. Pero ya otro componente de esta pedagogía también ha de ser recuperar y examinar lo que supuso la "república de los maestros" y la razón por la cual su destrucción fue tan trágica para toda España e incluso más allá de las fronteras nacionales.
Pensar en la figura del maestro republicano me ha recordado a don Gregorio en "La lengua de las mariposas" de Manuel Rivas (o en el de la adaptación cinematográfica, de José Luis Cuerda) -- un personaje humilde, tierno y creativo, a quien se lo llevan al final de la historia. Se puede ver desaparecer en un instante todas las posibilidades representadas por las escuelas republicanas -- la enseñanza laica, coeducativa y para todos, y la formación de seres y ciudadanos pensantes. Además, pensar en lo que les esperaba a aquellos mismos alumnos es hablar de una infancia robada, de vidas dobles, y de la irrupción e infiltración de la Iglesia en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Soy profesora, y vengo de una familia de profesores, y tal vez por eso me he sentido especialmente conmovida por el documental de Iñaki Pinedo y Daniel Álvarez. El filme, como sugiere su título, es sobre la escuela que era y que no pudo ser. Pero es también acerca de lo mejor de la enseñanza -- lo que puede y debe ser una educación de verdad. Lo interesante de este documental es que mientras que nos habla de la docencia, también sirve para enseñar.
Kathy Korcheck.
Iowa, United States of America
Domingo 29 de Marzo de 2009
Morente Valero habla de unas cifras que me sorprendieron: unos 15.000 maestros "sancionados" (más o menos 25% de los maestros nacionales), y unos 6.000 "separados definitivamente de la enseñanza." Por supuesto, hay también los que perdieron la vida, como ocurrió con la madre de una de las mujeres entrevistadas en el documental. La web de la producción ha hecho disponibles varios documentos para descargar, como el cartel, fotografías del rodaje y de las escuelas republicanas, y otros PDF's interesantes. La escuela fusilada es un documental intenso para ver y bien dirigido -- con una falta total de voz en off o intervención explícita de los directores, los testimonios de supervivientes y las explicaciones de profesores como Aldecoa, Navarro y Morente, se complementan y se confirman, revelando la conexión entre memoria e historia, y entre lo individual y lo colectivo. La película ya ha ganado varios premios y recientemente se ha estrenado en Berlín como parte de un ciclo de cine.
Últimamente en España parece que se está hablando más y más de la importancia de la pedagogía de la memoria, sin la cual no puede haber nunca una "reconciliación" con la memoria de la GCE y el franquismo. Varios profesores han apuntado que no se enseña la historia de la GCE hasta fines del año escolar, así evitando la necesidad de ahondar en esta época de la historia, y dejando una laguna en el conocimiento de los jóvenes. Parte de tal pedagogía, sin duda, es mejorar los libros de texto de hoy -- actualizar y revisar la información, y hacer de la historia un proyecto vivo en el que se puede participar activamente. También involucra investigar los libros de texto franquistas y entender lo que se les enseñaba a los niños durante la dictadura. Por ejemplo, me abrió los ojos leer el Catecismo patriótico español o los tebeos de Flechas y Pelayos. Pero ya otro componente de esta pedagogía también ha de ser recuperar y examinar lo que supuso la "república de los maestros" y la razón por la cual su destrucción fue tan trágica para toda España e incluso más allá de las fronteras nacionales.
Pensar en la figura del maestro republicano me ha recordado a don Gregorio en "La lengua de las mariposas" de Manuel Rivas (o en el de la adaptación cinematográfica, de José Luis Cuerda) -- un personaje humilde, tierno y creativo, a quien se lo llevan al final de la historia. Se puede ver desaparecer en un instante todas las posibilidades representadas por las escuelas republicanas -- la enseñanza laica, coeducativa y para todos, y la formación de seres y ciudadanos pensantes. Además, pensar en lo que les esperaba a aquellos mismos alumnos es hablar de una infancia robada, de vidas dobles, y de la irrupción e infiltración de la Iglesia en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Soy profesora, y vengo de una familia de profesores, y tal vez por eso me he sentido especialmente conmovida por el documental de Iñaki Pinedo y Daniel Álvarez. El filme, como sugiere su título, es sobre la escuela que era y que no pudo ser. Pero es también acerca de lo mejor de la enseñanza -- lo que puede y debe ser una educación de verdad. Lo interesante de este documental es que mientras que nos habla de la docencia, también sirve para enseñar.
Kathy Korcheck.
Iowa, United States of America
Domingo 29 de Marzo de 2009
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